Carlos comentó que “el candidato hacia el Sacerdocio inicia el camino de preparación en el Seminario, que lleva 8 años de estudios (quizás un poco más). En el transcurso de los estudios va recibiendo, progresivamente, los ministerios laicales del Lectorado y del Acolitado, que ayudan y comprometen al candidato a leer, meditar y practicar la Palabra de Dios, y cuidar y ayudar en lo que corresponde al altar”.
Luego manifestó que “por medio de la Admisión, es la Iglesia quien, a través de la autoridad competente, te reconoce oficialmente como candidato a las Sagradas Órdenes del Diaconado y del Presbiterado. El signo visible que voy a empezar a utilizar, a partir de este momento, es el hábito clerical. Estoy muy convencido de dar este paso, y me confío a sus oraciones para que pueda seguir perseverando y llegar así, algún día, a consagrar mi vida por medio del Sacramento del Orden Sagrado”.