Para
entender mejor sería bueno recordar cuando Jesús les dice a sus discípulos que
iría a comer en casa de Zaqueo. Este fue un rico recaudador de impuestos que aparece en el Evangelio de
Lucas, cuando Jesús entró en Jericó. Todos lo cuestionaban a Jesús,
especialmente sus apóstoles. Muestra clara que hasta las mismas personas que
rodeaban al Maestro no entendían su plan redentor: No vino a los sanos sino a
los enfermos. Francisco fue muy cuestionado y lo es hasta ahora acerca de su
rol como Pastor. ¿Qué tipo de ovejas a hospedado?.
Pareciera que no se entendió a qué tipo de
rebaño debía pastorear.
En un mundo cada vez más complejo y
desafiante, la Iglesia Católica se enfrenta a la tarea de renovarse y adaptarse
a las necesidades de los tiempos modernos. El Papa Francisco, desde su elección
en 2013, ha sido un defensor firme de la renovación de la Iglesia, y su visión
ha sido clara y consistente.
La
renovación de la Iglesia es un tema central. Él ha enfatizado la necesidad de
hacer de la Iglesia una institución más inclusiva, misericordiosa y cercana a
las personas. Esto implica una Iglesia que se acerque a los marginados, a los
pobres y a los que están en la periferia de la sociedad.
La
misericordia es otro valor fundamental en la visión del Papa Francisco. Él ha
recordado que Dios es un Dios de misericordia, y que la Iglesia debe reflejar
este valor en su labor apostólica. La misericordia no es solo una virtud, sino
una forma de vida que debe caracterizar a la Iglesia y a sus miembros.
La
opción por los pobres es otro aspecto clave. Ha reiterado que la Iglesia debe
ser una Iglesia de los pobres y para los pobres. Esto implica una Iglesia que
se comprometa con la justicia social, que defienda los derechos de los más
vulnerables y que trabaje por la erradicación de la pobreza.
La
defensa de la vida y la dignidad humana es otro aspecto clave de la visión del
Papa Francisco. Él ha sido un defensor firme de la vida y la dignidad humana,
abogando por la protección de los derechos humanos y la dignidad de todas las
personas.
Finalmente,
la oración y la contemplación son fundamentales. Él ha recordado la importancia
de buscar la guía del Espíritu Santo en la labor apostólica, y ha enfatizado la
necesidad de una Iglesia que se nutra de la oración y la contemplación.
No
entender estas pautas propuestas por él es signo claro de no entender que es
“Ser Iglesia”. Estamos llamados a ser puente entre Dios y la humanidad. Nadie
debe quedar sin esa posibilidad de atravesar el puente que nos lleva a la
redención.