En su homilía, Mons. Urbanč destacó la importancia de “la Pascua que está precedida por 40 días de oración, penitencia y ayuno, 40 días en los que tenemos que entrenarnos mucho en la caridad”.
También mencionó que “hemos iniciado el Año Jubilar que el Papa inauguró el 24 de diciembre, el día del nacimiento de Jesús, y va a culminar en diciembre de este año. Y si miramos el misterio del Dios hecho hombre es porque Dios vino a traer la esperanza al mundo, la esperanza comienza con el nacimiento de Jesús y culmina en su Pasión, Muerte y Resurrección. Esto le da fundamento a la esperanza cristiana”.
Asimismo, manifestó que “en esta Cuaresma estamos invitados a dejar de lado cosas superficiales en las que nos ocupamos mucho, cosas que son intrascendentes en la vida y van copando nuestro corazón. Entonces en este tiempo estamos invitados a poner la mirada en Jesús, y mirarnos a nosotros mismos con los ojos de Dios, y la mirada de Dios sobre nosotros es llena misericordia, de ternura, eso es lo que necesitamos. Nuestros pecados nos van destruyendo por dentro, nos hacen perder la esperanza, nos llenan de angustia, nos hacen poner mal con los demás. Necesitamos rehacer nuestra vida, y eso se lo hace mirando a Dios, que nos mira con ternura, que nos ama, que nos tiene una paciencia extraordinaria”.