Haciendo un repaso histórico, por los escritos del Prof. Mario Daniel Vera se conoce que dos hermanas del Beato Mamerto Esquiú vivían en La Puerta. “Justa Pastora Esquiú se casó con Facundo Itúrrez, el 18 de noviembre de 1855 y de ese matrimonio nacieron Teresa, Mamerto, Benjamín y Facundo. Josefa de Jesús Esquiú se casó con Agustín Delgado el 10 de noviembre de 1855 y de ese matrimonio nacieron Marcelina, María Ercilia y Santiago”, detalla.
También afirma que “el Padre Esquiú, alma pura y humilde, era un asiduo visitante de La Puerta. Las frecuentes y largas temporadas que pasaba en el pueblo ambateño se destinaban para compartir con sus familiares, matear con sus parientes y amigos, aconsejar a sus sobrinos y a celebrar misa en la vieja capilla, donde cada homilía era escuchada con respetuosa atención”, indica y apunta que “su sobrina María Ercilia Delgado Esquiú, se casó con Bernabé Araoz y eran visitados frecuentemente por el Padre Esquiú en su casa, hoy Museo de La Puerta”.
“La vieja capilla de La Puerta fue construida por la familia Delgado Esquiú, en terrenos de su propiedad; al frente, en la plaza vieja, donde hoy es el Club Victoria, había un enorme algarrobo y bajo la sombra de aquel frondoso árbol, el Padre Esquiú se sentaba durante largas horas, regocijado en un silencio profundo, maravillado con la hermosa naturaleza y en encuentro intimo con Dios. En La Puerta, su corazón encontraba paz y sosiego. El Padre Esquiú con sus pies calzados con humildes sandalias franciscanas, bendijo los caminos de esta bella localidad ambateña”, señala el historiador.