La marcha juvenil reunió el fin de semana del 16 y 17 de septiembre a delegaciones parroquiales de las arquidiócesis de Corrientes y Resistencia, y las diócesis de Formosa, Goya, Oberá, Posadas, Puerto Iguazú, Reconquista, San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña y Santo Tomé.
Los correntinos salieron desde la Ruta Nacional 12, a pocos metros del acceso a la localidad de Santa Ana, detallaron los organizadores respecto de la marcha a pie, para recorrer los 74 kilómetros que separan la capital provincial del santuario. El mayor grupo de peregrinos llegó a la medianoche del sábado a Itatí.
La misa central fue presidida por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, y concelebraron monseñor Adolfo Canecín (Goya), Gustavo Montini (Santo Tomé) Adolfo Larregain, OFM (obispo auxiliar de Corrientes), Damián Bitar (Oberá), Ricardo Faifer (obispo emérito de Goya), Rubén Martínez (Posadas), Ramón Alfredo Dus (Resistencia), Nicolás Baisi (Iguazú), José Vicente Conejero (Formosa), Hugo Bárbaro (Roque Sáenz Peña).
La homilía la pronunció monseñor Baisi, quien recordó que “el amor del Señor permanece para siempre”, y señaló que “hemos caminado, nos hemos esforzado, hemos dejado hasta lo último para poder llegar. Estamos acá reunidos en respuesta a ese amor del Señor que dura por siempre”.
“El amor de Dios se ha manifestado enviando a su Hijo al mundo, para vencer con su amor todos nuestros males. Nos amó hasta el fin, mostrándonos el camino”, prosiguió.
El prelado les recordó a los jóvenes que “el perdón es una manifestación de ese amor del Señor que permanece para siempre. Él nos invita al perdón y nosotros queremos vivir como Él en el perdón”.
“Cuando rezamos el Padrenuestro le pedimos al Señor perdón como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Nos invita a perdonar a nuestros hermanos, aunque tantas veces nos cuesta, aunque tantas veces nos es difícil”, indicó.
El obispo de Puerto Iguazú animó a los jóvenes a “pedirle a María que nos enseñe a perdonar. Pedirle al Señor que nos de fuerzas para vivir como Él esta maravilla del perdón, la que Él nos ofrece a nosotros, la que nos pide que nosotros ofrezcamos a los demás”.
En ese sentido, expresó su deseo de “que podamos vivir en verdadera comunión, que nada que rompa este amor interfiera en nuestro corazón. El amor del Señor permanece para siempre. Ese es nuestro consuelo”, concluyó.
Manifiesto juvenil
Un miembro de la Pastoral de la Juventud del NEA, que tiene a su cargo la organización y coordinación de la manifestación de fe mariana, leyó el tradicional manifiesto, en el que le dijeron a la Virgen que en sus mochilas de peregrinos traen alegrías y sueños, pero también sus cansancios.
“Queremos presentarte nuestras vidas, te rogamos que intercedas por cada uno de nosotros”, expresaron dirigiéndose a Nuestra Señora de Itatí, “por todos los jóvenes del mundo, especialmente los que sufren el abandono, la soledad, la violencia, las ausencias, injusticias, incomprensiones, humillaciones y las situaciones que agrandan los vacíos interiores”.
“Te pedimos que todos podamos conocer mejor a tu Hijo. Ayudanos a permanecer unidos a Él”, suplicaron.+